La bulimia es un trastorno alimenticio que, según estadísticas, afecta primordialmente a mujeres adolescentes y jóvenes. Lamentablemente, en la actualidad esta enfermedad va en aumento, lo que se explica por dos motivos principalmente: en primer lugar, a causa del excesivo culto a la imagen, y en segundo, a los desórdenes alimentarios que sufre la población, esto por falta de conocimientos y/o tiempo.
Generalmente, se cree que la bulimia solo tiene consecuencias a nivel psicológico y estomacal, pero lo cierto es que trae consigo una serie de efectos negativos, incluida la salud dental de quienes padecen este trastorno.
Los efectos negativos de esta enfermedad sobre los dientes, pueden ser devastadores. Una persona con bulimia sufre períodos de ingesta excesiva de comida, perdiendo el control, teniendo poca o nula voluntad de detenerse; luego de esta ingesta el bulímico o bulímica quiere eliminar de su cuerpo todo lo que ha comido, para ello se induce el vómito, o hace ejercicio en exceso, o ingiere laxantes.
Es tras el vómito que se ve perjudicada la salud bucal, ya que los ácidos del estómago pasan por la boca, erosionando el esmalte dental, provocando caries, decoloración de piezas dentales, e incluso la pérdida de estas. Vemos que los problemas dentales ocasionados por la bulimia no solamente son problemas estéticos –que podrían ser corregidos con ayuda de la odontología cosmética–, si no que estas personas a menudo sufren dolor de muelas, se les producen cavidades, sequedad y heridas en la boca, y sangrado de encías. Como los dientes pierden su esmalte, estos se vuelven más sensibles y duele el contacto con el frío, los ácidos, las azúcares y a veces, incluso, el cepillado. Por otro lado, pacientes con bulimia que tienen restauraciones dentales, se arriesgan a perderlas, ya que se aflojan por causa de los mismos ácidos, lo mismo podría ocurrir en pacientes que usen frenillos.
En deenty.com sabemos que se trata de una enfermedad compleja y que afecta diversos ámbitos de la vida de quienes la padecen. Por esto recomendamos que si se acude al dentista para remediar los daños que se pudieran haber causado, paralelamente se trate la enfermedad de raíz.
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