El uso de frenillos para enderezar los dientes o corregir la mordida se ha extendido en las edades. Ya no solo es común ver adolescente o niños con frenillos, sino que muchos adultos deciden someterse a este tratamiento, por salud o estética. Es por esto mismo que los tipos de brackets y frenillos han tenido que ampliarse, existiendo varios tipos. Evidentemente, no todos pueden ser usados por todos, hay algunos que dependerán del problema que presente cada paciente, lo que tiene que ser discutido con un especialista.
¿Cuántos tipos de frenillos hay?
A continuación te presentamos los tipos de frenillos más comunes.
- Brackets de metal: un clásico
El más común y conocido por todos, es de acero inoxidable, y es el más económico. El inconveniente que presenta es que son muy visibles, por eso a gente actualmente baraja más opciones. Por otro lado, el metal puede irritar las mejillas, pero solo al principio, cuando la boca se está acostumbrando a ellos.
- Brackets cerámicos
Estos frenillos ya son bien conocidos en el mercado de la ortodoncia. Su color es semejante al diente, por lo que su visibilidad baja y los pacientes los prefieren. El inconveniente es que son un poco más caros que los de metal y también más sensibles. Estos podrían romperse o astillarse fácilmente, de manera que requieren más mantenimiento que los anteriores.
- Frenillos linguales
Estos son los brackets que van detrás de los dientes, su ventaja es que no se ven en absoluto. Su desventaja es que son más complicados de instalar y mantener, por lo que su costo sube considerablemente. Se requiere un ortodoncista muy hábil, debido a la posición en la que van. Por otro lado, no todos los pacientes pueden someterse a este tratamiento, porque no funciona bien en dientes pequeños. Y por último, podría causar problemas en el habla, pero es cosa de costumbre y práctica.
- Invisaling: frenillos invisibles
Estos son los más caros del mercado, porque son prácticamente invisibles. Su desventaja es que solo pueden ser utilizados por personas que no tienen grandes problemas en sus dientes. A diferencia de los brackets, estos son una placa de goma rígida, hecha a medida, que se usa en todo momento y se retira para comer y cepillarse los dientes. El éxito de estos aparatos depende, en cierta parte, de cada paciente, ya que se deben llevar puesto al menos 20 horas al día.
Evidentemente el paciente no toma la decisión solo acerca de qué frenillo es el adecuado para su tratamiento, si no que se hace en conjunto con el especialista. Para ello te aconsejamos que tomes una hora con un ortodoncista, para ello puedes buscar la mejor opción para ti en Deenty o continuar informándote en otra entrada de nuestro blog.
Deja un comentario